Las moreras son árboles versátiles y resistentes que han embellecido nuestros paisajes durante siglos. Originarias de Asia, estas especies se han adaptado a diversas regiones del mundo y son conocidas por su atractivo follaje, su sombra acogedora y, en algunos casos, por sus deliciosos frutos. Sin embargo, no todas las moreras producen frutos, y esta diferencia determina en gran medida su uso en jardines, calles y huertos.
A continuación, exploramos los principales tipos de moreras y sus características:

1. Moreras con fruto
Las moreras con fruto son conocidas por producir pequeñas drupas similares a las moras, que son comestibles y muy apreciadas.
Morus alba (Morera blanca):
Fruto: Produce moras blancas o ligeramente amarillentas, aunque algunas variedades generan frutos oscuros.
Uso: Popular en huertos y jardines debido a sus frutos dulces. También es conocida por alimentar a los gusanos de seda.
Características destacadas: Crecimiento rápido, hojas grandes y brillantes.
Morus nigra (Morera negra):
Fruto: Moras de color negro intenso, jugosas y con un sabor dulce y ácido muy característico.
Uso: Ideal para la producción de frutos comestibles utilizados en mermeladas, jugos y postres.
Características destacadas: Crecimiento más lento que otras moreras, pero su madera y frutos son de gran calidad.
Morus rubra (Morera roja):
Fruto: Moras de color rojo oscuro que se vuelven casi negras al madurar.
Uso: Popular en América del Norte, tanto por su fruto como por su valor ornamental.
Características destacadas: Resistente al frío, con hojas grandes que cambian de color en otoño.
Beneficio adicional: Las moreras con fruto atraen fauna como aves y pequeños mamíferos, fomentando la biodiversidad.
2. Moreras sin fruto
Las moreras sin fruto, también llamadas "moreras estériles," son apreciadas en espacios urbanos y jardines por su capacidad de ofrecer sombra sin los inconvenientes del fruto caído, que puede manchar superficies.
Morus alba 'Fruitless' (Morera blanca sin fruto):
Fruto: No produce frutos o lo hace en cantidades insignificantes.
Uso: Muy utilizada en calles, parques y jardines públicos gracias a su densa copa que brinda sombra.
Características destacadas: Fácil mantenimiento, resistente a condiciones adversas como sequías y suelos pobres.
Morus kagayamae (Morera de papel sin fruto):
Fruto: Completamente estéril, ideal para entornos urbanos.
Uso: Popular en alineaciones de calles y espacios públicos por su gran capacidad para tolerar la poda.
Características destacadas: Hojas grandes y brillantes con bordes dentados que aportan un valor ornamental.
Ventaja clave: Al no producir frutos, estas moreras reducen el trabajo de limpieza y evitan atraer insectos, lo que las hace perfectas para zonas transitadas.
¿Cuál elegir?
La elección entre moreras con fruto y sin fruto dependerá del uso que quieras darles:
Si buscas un árbol para obtener frutos comestibles, opta por Morus alba, Morus nigra o Morus rubra.
Si prefieres un árbol ornamental que no genere mantenimiento adicional, elige variedades sin fruto como Morus alba 'Fruitless' o Morus kagayamae.
Un árbol para cada necesidad
Las moreras, ya sean con fruto o sin él, son árboles excepcionales que se adaptan a diferentes climas y necesidades. Además de ser resistentes y hermosas, contribuyen a la biodiversidad y mejoran la calidad del aire.
¿Tienes alguna morera en casa o estás pensando en plantar una? Comparte tu experiencia o pregunta tus dudas en los comentarios. ¡Descubramos juntos la belleza y los beneficios de estos maravillosos árboles!
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